-Mujer, estás de moda,
a la vista, en los carteles,
en el corazón de los hombres,
donde brotan los claveles.
-Que cosas dices amigo,
tu me miras diferente,
escondida entre la gente,
asustada, y siempre ausente.
-Difícil de retener, mujer,
no quieres ataduras,
caminas majestuosa, sin dudas,
a las verdes y a las maduras.
-Quisiera poder estar
cerca de mi enamorado,
fundir mi mano a su mano
y amanecer a su lado.
-Eres el día y la noche,
señora y dueña del tiempo,
dulce golpe de viento,
audaz con el sufrimiento.
-Mi corazón está partido,
secos mis ojos de lágrimas,
atrapada entre dos almas
derrotada y sin palabras.
-Eres el sueño de muchos
y el presente de ninguno,
el reto más oportuno,
un verso de Unamuno.
-Sola, y en mi soledad
siento que la vida pasa,
vacía, desnuda y fría...
solo queda la esperanza.
-Y en la noche, mujer
el deseo ruge embravecido,
en tu cuerpo caer rendido,
entregándome, vencido.
-Y mi cama está vacía,
no hay luz sobre mi cuerpo,
camuflado hallo un recuerdo,
casi olvidado en el tiempo.
-De naturaleza fuerte y dura
consigues lo que te propones,
y amarras con eslabones
aquello que tu más quieres.
-Soy como la porcelana
frágil e insegura,
disfrazada con la armadura
que esconde mi realidad más dura.
-Te llamarán amiga, esposa,
amada, amante y compañera,
el regalo para el que espera
y la espera para el que añora.
-Solo quiero respirar su amor,
encadenarme a sus besos,
construir entre los dos
un universo de momentos.
-Yo te miro y te admiro, mujer,
como una diosa, adorada,
y a tu esencia, esclavizada
quedó mi alma, enamorada.
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