viernes, 27 de junio de 2014

Háblame


 

Háblame de tu mundo,
del fuego y la brisa
que envuelven tu risa,
de un amor profundo.

Dime si la luna llena
te escribe poemas
si acaricia tus yemas
y arranca tu pena.

Háblame de tu amor,
del que siembra mi boca
del que suave me toca 
y me cubre de honor.

Dime si una estrella
ilumina tu mirada
que se muestra enamorada,
transparente, clara y bella.

Háblame de tu esperanza,
de tus sueños y quimeras,
de las promesas que esperas,
de tu triste añoranza.

Dime si el cielo infinito,
cubre tu cuerpo amado,
pues el mío, acalorado
se confunde con tu grito.

Háblame de sentimientos
de goces y de agonía,
dale paso a la alegría
y esconde tus sufrimientos.

Dime si el sol ha partido,
si ahora puedo besarte,
deseo con fuerza entregarte
todo el tiempo perdido.

Háblame de la pasión
que se esconde tras un velo,
hemos de alzar el vuelo
y anidar en un rincón.

Dime si existe un mundo
donde el amor verdadero
navegue como un velero
y no se estanque, moribundo.

martes, 24 de junio de 2014

La espera





Me muero en deseos de
hablar contigo,
de que suene el teléfono 
y tu estés ahí,
de acariciar tu pelo
muy tiernamente,
de besar tus labios,
de fundirme en ti.

Me adormezco pensando
en tu inocencia
y palpitas conmigo
cuando pienso en ti,
me estremezco pensando
que algún día puedas,
enredarte en mi vida
y aprender junto a mi.

Me perturbas la mente
con tu sonrisa,
con tu cuerpo de niño
como el de un arlequín,
se me juntan despacio
la noche y el día
esperando impaciente
el sonido del ring.

jueves, 19 de junio de 2014

Sueño africano Parte II





     -Encantado Marian. ¿Estás bien?
     Marian giró la cabeza en dirección al sonido de aquella voz, que la perturbaba poderosamente.
     -Si, si... disculpa.- contestó atropelladamente Marian.
     -Estás temblando, ¿seguro que te encuentras bien?.- insistió Jamal.
     - Si, si, no pasa nada, será la emoción de todo esto, de la estupenda fiesta que me han organizado mis amigos, del lugar...
     Pero en la mente de Marian, no dejaban de sucederse las escenas de amor con aquel desconocido y al mismo tiempo tan conocido para ella. ¿Que clase de magia era aquella? Estaba tan asustada y tan ensimismada en sus pensamientos que no se dio cuenta que la gente se iba encaminando al comedor. Se quedó sola en mitad del jardín, intentando digerir y asimilar la presencia de aquel hombre, hasta que su amigo Lucas la avisó para pasar a cenar.
     Lo sentaron junto a ella y armándose de valor intentó pasar la velada sin que nadie se diera cuenta de lo mal que lo estaba llevando. Todo era demasiado contradictorio, por un lado la emoción la tenía con la sensibilidad a flor de piel y por otro, la sorpresa y la falta de entendimiento hacían que la confusión y la incomodidad se adueñaran de ella. Bebió más de lo habitual, necesitaba que el vino adormeciera sus miedos, necesitaba imperiosamente desinhibirse e intentar disfrutar.
     Llegó la hora del baile. Jamal tendió su mano hacía Marian invitándola a salir al centro de la sala. Las rodillas le fallaron y casi cayó al suelo cuando sin apenas levantar la cabeza le tendió su brazo. Fue bochornoso... Su rostro se tornó de un rojo grana intenso, y avergonzada se dejó llevar. Jamal la rodeó con sus brazos delicadamente para sujetarla y comenzaron a bailar.
     Marian flotaba. Hubiera jurado que su cuerpo se había tornado etéreo. Alzó la mirada y se encontró con los ojos de Jamal. Una mirada intensa, penetrante, profunda que hizo parar sus tiempos. No se dijeron ni una sola palabra, se sintieron y se fundieron.
     -Marian, tengo la sensación de que ya nos conocíamos de antes. Pensarás que es una tontería lo que te voy a decir, pero en el momento que te vi, sentí un escalofrío, sentí que tu alma y la mía se habían encontrado mucho tiempo atrás. No pienses que estoy loco por favor, pero tenía que decírtelo.
     -Jamal, no pienso que estés loco, pero tu si lo vas a pensar de mi en cuanto te cuente lo que me ha sucedido. En el momento en que entraste por la puerta y te vi, supe quien eras. Y no me refiero a que seas el primo de Lucas, no; fue, a que ya estabas en mi vida desde hace un año, justo un año. Te he soñado prácticamente todas las noches desde mi último cumpleaños, te he besado, te he acariciado, te he sentido conmigo. Y sé,  que lo que te estoy diciendo me hará parecer una completa perturbada, pero por más que intento racionalizarlo, no lo consigo.
     Estaban tumbados sobre el lecho de aquella casita de invitados, alumbrados por la calidez de unas velas. El la abrazó, acercó sus labios a los de ella y la amó con la delicadeza del pétalo de una flor y con la pasión e intensidad del viento del desierto. Habían conseguido hacer de un sueño de amor, un amor tangible y verdadero.

martes, 17 de junio de 2014

Sueño africano Parte I



     Avisaron por megafonía que el atraque en el puerto de Tanger estaba a punto de efectuarse. Marian, y el resto de sus amigos, se dispusieron a coger su equipaje y prepararse para el desembarque. Era la primera vez que pisaba tierra marroquí y estaba emocionada. Su cabeza era una gran cacerola donde se cocinaban todo tipo de sentimientos, emociones, interrogantes y mucha fantasía.
     Sus amigos le habían preparado una fiesta sorpresa para celebrar su cumpleaños y ayudados por la tía de uno de ellos, que era mitad marroquí mitad española, tenían hasta el último pormenor dispuesto.
     Bajaron del taxi delante de una villa magnifica con un gran jardín central y el agua de una fuente como hilo musical. Estaba distribuida en dos plantas y a Marian le asignaron una pequeña casita de invitados junto al majestuoso jardín. Era el más hermoso de los sueños...
     La tía de Lucas, la propietaria de la casa, había ordenado al servicio estar atento a sus invitados hasta en el menor de los detalles y se les anunció que el aperitivo se serviría a las 21.00 en el jardín de la villa, y la cena,  una hora después en el comedor de gala.
     Marian se dio un baño relajante, intentando absorber cada segundo y cada esencia de lo que a su entender era el mejor de los regalos.  Estaba allí y tenía que pellizcarse para cerciorarse que todo era real y no fruto de su imaginación.
     Terminó de darse los últimos retoques, se miró al espejo y sonrío. En ese instante estaba segura de que no existía en el mundo nadie más feliz. Salió al jardín y comprobó que estaban ya todos esperándola. Brindaron y rieron y no dejaron de parlotear y admirar la belleza que los envolvía. Marian no tenía palabras para expresar su agradecimiento, aunque sus ojos lo decían todo, ella no dejaba de dar las gracias a unos y a otros. Les interrumpió el sonido de la puerta y pocos segundos después apareció él.
     Lucas se dirigió a la entrada y saludó afectuosamente a aquel hombre vestido de negro, lo abrazó y besó y caminó junto a él, hacia donde se encontraba Marian.
     -Marian, este es mi primo Jamal, ha venido a celebrar con nosotros tu cumpleaños. Espero que no te moleste. Jamal, esta es Marian, la chica de la que te he hablado, la homenajeada de hoy.
     Marian se quedó petrificada, temblando. No podía apartar la vista de él y solo acertó a darle la mano sin poder articular una sola palabra coherente. Por su mente pasaron infinidad de imágenes, imágenes sin fundamento. Lo conocía, porque lo había soñado, había vivido infinidad de situaciones en esos maravillosos sueños que ella tenía. Conocía cada detalle de su cuerpo, sabía de sus caricias, de sus besos. No podía estar pasando... apartó la mirada y cerró fuertemente los ojos. No podía ser real, no podía estar sucediendo algo así. Solo fue capaz de abrirlos,  al oír su voz acariciando sus oídos y sentir su mano sobre su hombro.

martes, 10 de junio de 2014

Amor truncado






Espero entre los arbustos
la llegada de mi amado
para en el amor fundirnos
y perdernos en el espacio.

Me acurruco en su pecho
extasiada por la luna
es tan cálido este lecho...
suave seda, blanca espuma.

Me inunda al amanecer
enredándome en sus labios,
destinada a enloquecer,
hechizada en sus encantos.

En el silencio de la noche
se retuerce la madrugada
agitada por el derroche
de tanta pasión desbocada.

Caminamos muy de mañana
entre olivos y viñedos,
el corazón que se ufana,
adormeciéndose los miedos.

Acechante el atardecer
sobresalta nuestro empeño
presuroso a languidecer
la belleza de nuestro sueño.

No pudo ser... amor amado,
nos rompieron en mil pedazos,
entre sombras quedo pactado,
¡Muerte a los enamorados!

miércoles, 4 de junio de 2014

Cadena








Mientras te escribo
te pienso,
y al pensarte 
te sueño.
Mientras te sueño
te anhelo,
y al anhelarte
te siento.
Mientras te siento
te abrazo,
y al abrazarte
te beso.
Mientras te beso
te miro,
y al mirarte
te espero.
Mientras te espero
te añoro,
y al añorarte
te tengo.